Un día salía de mi clase de 9 de la mañana cuando me aborda una persona con acento y apariencia extranjera:
– ¿Es usted el señor Payan? –
– A sus órdenes- le contesté.
– Soy el Dr. Alvaro N., mire señor, acudo a los hermanos mexicanos y en especial a los siempre solidarios de su sindicato para los oprimidos….-