Escribí mi calaverita por si la muerte no me da la oportunidad de escribirla después. Sea pues, unas letras para cuando sea difunto.
¡Ah! la muerte, si yo pudiera evitarte,
nos ahorraríamos muchos desencantos,
tú que quieres hacerme al lado tuyo
y yo que quiero esquivarte.
Pero eres terca como las mulas,
cómo hacerte entender,
que yo quiero muchos años vivir
entre días soleados y letras de fabulas.
La verdad, aquí en el mundo se vive muy bien,
aunque tu calaca inmunda me quieras convencer,
de llevarme contigo al atardecer
y en mi velorio escuchar hartos amén.
Estaría a todo dar que me dieras una probada,
solo para saber que se siente morir,
sí en mundo de los muertos logro definir,
entre quedarme allá o regresar después de una meditada.
Así le hacemos mi huesuda,
ya me voy con mi «Glow»,
es más dulce el calor de su amor
que tus negras intenciones flaca testaruda.
Mi calaverita hoy por que después no sé.
Por algunos años he podido mantener este blog costeando los gastos que esto implica. Pero en los últimos tiempos se me ha complicado.
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