En las tardes de invierno, las mañanas de primavera y en las noches de otoño de los últimos años, me he podido dar cuenta de una realidad que no había advertido: La mujer es más bella del mundo es después de los cuarenta.
Prefiero decir me equivoqué un sin fin de ocasiones, que quedarme quieto a ver que no pasa nada. Prefiero ser criticado por hablar, que callarme y aceptar las palabras de los mudos. Prefiero un millón de veces moverme y tropezar, que permanecer a expensas de los pasivos.
No importa si ejerces un trabajo modesto, no importa si ostentas un cargo importante, lo que sea que hagas, ámalo, hazlo con toda tu alma. Sé el mejor.
Una de esas cosas por lo que uno no es querido por los lores que mueven los hilos de la sociedad, es porque hoy ando por el camino recto, por el torcido caminé ayer y me fue muy mal.
Servir con amor: El servicio no es una condición con la que uno nace, es una virtud que se moldea todos los días sin dejar en el olvido un ingrediente indispensable …
Si fueras al manantial donde fluye la DIGNIDAD y te agachases para ver el reflejo de tu rostro y no lo vieres, significa que alguien te la robó. Luego entonces para recuperarla, se hace necesario dignificar a aquellos que, por tu pérdida, también se les opacó el reflejo de su dignidad.
En la vida hay de dos tipos de hombres y mujeres, los que ven como los demás ponen su mejor esfuerzo para hacer cosas extraordinarias. Los que critican y nada les parece bien. Si pueden le ponen piedras en el camino.
Y los que se sacuden las vibras negativas y siguen adelante a pesar de los que solo ven pasar la vida sin arriesgar nada.
