REFLEXIÓN Y SENTIMIENTOS

Dulce espera es un poema para mi hija que escribí hace veintidós años cuando la vida me concedió ser madre por primera vez. Letras que brotaron de mi corazón al dar a luz a mi hija Adriana. Poema de mi esposa.

Sonrisa es un poema que escribí inspirado en aquellas personas que nos hacen reír o se ríen a nuestras espaldas.

Me doy cuenta de que la verdadera felicidad está detrás de mí y sigo empeñando en buscarla en las cosas banales. ¡Oh! SER SUPREMO, concédeme la luz para en cada amanecer, ver con claridad que son ellos los más importantes, mis seres más amados, mi FAMILIA.

Contaré una anécdota de cuando era un jovencito de 18 años de edad. Deseo escribir estas letras, porqué hay semejanza con algunos que son jefes, directivos, líderes y similares. Las órdenes de un idiota las recibí de un soldado cuando realicé mi servicio militar.

El VERDADERO AMOR no es que nace en la pasión de la edad adolescente. No es el que te susurra en el oído palabras bonitas. Tampoco es aquel que te promete que jamás dejará de estar contigo ni te enloquece con cálidas caricias.

En la tierra dónde todo pasa y nada queda, es una reflexión que escribí como protesta a los días violentos que vivimos en ese lugar dónde habitamos los seres que, por ahora, seguimos siendo humanos. O quizás no.

Es irremediablemente necesario hacer una reflexión sobre el año que termina. No sé cómo te fue a ti. A mí me fue terriblemente mal. Claro, si me pongo del lado del pesimismo recalcitrante de muchos habitantes del mundo. Si asumo el deseado optimismo que a todos nos gustaría padecer, el año que se va, fue maravilloso. Feliz año nuevo 2018.

Se acerca la navidad y con ella la magia que envuelve este mes, la que nos invita reflexionar sobre lo que hemos hecho y lo que pretendemos realizar en un futuro inmediato. En este último mes del año, deseamos lo mejor al vecino, al amigo, a la familia, a los desamparados y a los que sufren para que su dolor sea menos. Es en diciembre cuando queremos tener cosas nuevas y además adornar nuestra casa con el espíritu de la Navidad.

En el país donde abundan los vivos, suele ser peligroso expresar los sentimientos que emanan de la razón sin tener un posible quebranto del corazón. Las motivaciones que mueven la manera en que se conducen las personas para conseguir sus anhelos personales, son diametralmente opuestos cuando surgen del deseo del dinero y del poder, a cuando son producto del amor. Cuando habla el corazón, la razón debe callar.

Deseo un feliz cumpleaños para mí: La vida me ha concedido una vida plena de triunfos y fracasos. Los triunfos poco me han ayudado para llenar mi espíritu, pero me han servido entre otras cosas, para ayudar a los demás. Los fracasos me han servido para nunca poner los triunfos en el primer lugar de mis prioridades.