Esta mañana me da la gana escribir sobre la puesta en escena de una guerra que ya estaba escrita.
Odio que la guerra se apodere de mis pensamientos y más aún de la literatura cotidiana. No es posible pasar por alto que una inflexión mundial está sucediendo a costa de la vida de muchos. Las élites que mueven las conciencias de los sin conciencia, sin duda que hacen un buen trabajo.
Los aconteceres de los últimos tiempos parecieran una novela escrita por mentes siniestras. No hay duda, hace tiempo que la puesta en escena estaba hecha. El macabro relato narra un escenario que se ejecuta a la perfección, pero otros se niegan al final feliz de los autores de la obra.
Nada será igual después de la historia que en estos días se escribe. Los hombres lo saben por eso luchan hasta la última gota de sangre en sus cuerpos o en el de otros. Vidas que se van para que las de otros prevalezcan o para que, a costa de la propia, el mundo de unos continué o que vuelque en un giro a otro horizonte.
Mientras tanto que las letras no nos falten. Escribiremos lo que nos dé la gana. Esta mañana a mí me da la gana escribir sobre la puesta en escena de una guerra que estaba escrita.
Por algunos años he podido mantener este blog costeando los gastos que esto implica. Pero en los últimos tiempos se me ha complicado.
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