Un poema para el maestro que todos los días se brinda en las escuelas para cambiar conciencias, forjar espíritus, hacer de los individuos personas de bien y útiles para su país.
A ti mi querido maestro,
a ti al que a pesar de las
turbulencias sociales en tu contra,
no renuncias a la noble tarea de guiar,
enseñar y dirigir las mentes
de los niños y jóvenes.
A ti maestro, a ti al que en ocasiones tu profesión no es bien reconocida, a ti que por el actuar de unos pocos tu honor se pone en entredicho. A ti maestro, a ti al que algunos tachan de vivir como rey por trabajar lo mínimo, a ti al que algunos no dudan en escupir tu cara y gritarte injurias. A ti maestro, a ti que luchas por mejores condiciones de vida para ti y tu familia, a ti que te condenan con la vara con la que miden al más cruel de los delincuentes. A ti mi apreciable docente, amigo, maestro y hermano de profesión, a ti, al ser humano, al hombre y mujer que siente, que sueña, que ríe y que llora. A ti profesor, a ti que no obstante las calamidades del camino, continuas en tu lucha, la lucha del saber y hacer, del conocimiento, de la formación de conciencias, la transmisión de técnicas y teorías para la continua formación de futuros profesionales. A ti maestro, que, a pesar de los pesares, de los estigmas y el vendaval de los nuevos tiempos, seguirás siento motor y eje transformador de nuestra sociedad.
Con cariño y aprecio, dedico este poema para el colega maestro.
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Martha Lucía López
Hermoso poema. Gran reconocimiento a nuestros maestros del mundo, qué día a día entregan su amor y su vida por nuestros niños y jóvenes.
Gracias Armando Payán. Bendiciones. 🙏😚