En una de tantas mañanas en las que despierto maravillado por la vida, volteo al cielo y miro la mano de dios en los rayos del sol.
Esta mañana recién salía el sol,
vi como sus rayos se escurrían entre
las ramas de un frondoso árbol,
imaginé que así sería la otra vida …la eterna.
Me Imaginé convertido en luz
y que podía ir a donde quisiera,
atravesar paredes,
mares, nubes y estrellas
más rápido que la misma luz.
Entonces imaginé mi rostro aparecer
entre las ramas del árbol,
fundido entre las cálidas partículas
de los rayos del sol,
mi rostro se alegró,
como si hubiera sido tocado
por la mano de Dios.
Pensamientos que vienen a mi mente
cuando el amanecer es hermoso,
mi compañía es la soledad,
¡Ah! y el dulce arroma de un café
sazonan estas palabras.
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