OTRA VEZ SOY ABUELO: MI NUEVO BEBÉ

Por segunda ocasión, otra vez soy abuelo. Cuantas bendiciones he recibido en tan poco tiempo. ¿Las merezco? Si por que no. Todos merecemos llegar a esa etapa en la que, la curva de la vida ya dio vuelta a la recta final de nuestra existencia.

A MI NIETO ULISES DANIEL

Es verdad, hace poco tiempo que no te imaginaba en mi vida. En sueños ni tampoco en mis horas despiertas. Vacilaba en futuros banales, vacíos de amor, carentes de casi todo. Pero llegaste tú, mi pequeño, mi segundo bebé.

Tú viniste a seguir iluminando mi vida, como lo hizo la primera, tu hermana. Ahora, los dos son uno solo, porque de los dos espero muchas más mañanas alegres, días interminables de juegos, risas y travesuras. Tan calladito, tan presuroso por hacer largo el día.

Ulises, mi nieto, pequeño pedazo de mi corazón. La casa entera espera por ti. Si, te esperan muchas paredes para que las pintes de colores. Lo que tú quieras poner será la obra completa, esa que deja inconclusa la otra traviesa, la de los ojos lindos, mi nieta primera.

En estos tiempos, las cosas del mundo no son buenas. Las guerras y las enfermedades dan cuenta todos los días. Los hombres no entendemos, mi bello bebé, somos más animales que humanos. Pero tú cambiarás las cosas. Solo por nacer ya lo has hecho. Falta que crezcas y pongas todo en orden. No viviré para verlo.

OTRA VEZ SOY ABUELO

Otra vez soy abuelo, de ti, que suerte la mía. Cuantos no tuvieron tanta fortuna al llegar temprano a la muerte. O cuantos no tuvieron que morir para no verse como abuelos. Muchos se han perdido la dicha más grandiosa del casi final de la vida.

No sé si abuelo seré por tercera o cuarta ocasión. No lo sé. Pero hasta ahora, la felicidad es completa. Tú eres la cereza de mi pastel. El arcoíris de mis tormentas, el sol de mis mañanas, las hojas secas del otoño de mi vida, el abrigo del frío invierno. Eres otro remanso al cansancio de tantos días vividos.

Ye elegí para ti lo que te regalaré para las navidades, para tus cumpleaños o para cualquier ocasión. Lo que viva contigo. Elegí los juguetes más hermosos. Unos que no tuve yo. Llegaron tarde a mí. Ya los vi, en la tienda más extraordinaria que puedas imaginar, la vida. Mi hermoso bebé, mis regalos para ti serán: la serenidad, la humildad, la templanza, la prudencia, la disciplina y el respeto.

Pero sobre todas las cosas, pequeño Ulises, el amor será el regalo que no faltará. Ni el abrazo, los besos y caricias que un abuelo tiene reservado para los herederos de la familia que se hace grande. Bienvenido a nuestras vidas, bebé.