¿Que se sucedería al saber que pronto voy a morir?
Vivimos cada momento como si fuéramos a vivir toda la vida. Hacemos daño. Nos alejamos de las personas que queremos con la esperanza de una reconciliación. A veces sentimos odio desmedido sin reflexionar que ese odio me puede enfermar.
Hoy salimos de nuestra casa sin saber si regresaremos. Cómo darse cuenta que tendré el mañana para disculparme, decir te amo, decir te quiero, decir gracias por todo lo que me diste hoy.
A veces es difícil pensar en la muerte. La he vivido tan de cerca, cara a cara y en verdad me espantaría el momento que me dijeran que tengo dos meses de vida.
Alguien a quien le encontraron una enfermedad terminal, alguien que nunca estuvo enfermo y de pronto le cambia la vida de una forma abrupta.
¡Dios, debe ser catastrófico hasta para el más recio de carácter!
Que dolor tan grande es ver a un ser amado sufrir por las mismas formas que mis letras describen, y la primera reacción es preguntar …
¿realmente vale la pena vivir?
¿vale la pena hacer una vida, tener hijos y tener que sacrificarlos porque se ha acabado el tiempo y tengo que irme?
La respuesta me la dan mis hijos, mi esposa, mis hermanos y mis amigos. Pero sobre todo la fe, esta fe que se quebranta cuando una tribulación semejante se aparece por nuestras vidas.
Pienso tanto en la navidad que se aproxima. Me lleno de nostalgia y tristeza por adelantado. Solo le pido a Dios fortaleza para toda mi familia. La fuerza divina para navegar en ese mar de incertidumbre de las navidades sin mis padres.
Total, que las ráfagas inmisericordes de saber que me voy a morir, por hora permanecen en el deseo de que no ocurra por un tiempo. El tiempo suficiente para terminar mi misión …
¿Cuál misión?
La de vivir cada día plenamente y cumplir el propósito que el Ser Superior me ponga en el camino.
Por algunos años he podido mantener este blog costeando los gastos que esto implica. Pero en los últimos tiempos se me ha complicado.
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