Todos tenemos un mal sueño. O muchos quizás. Muchos de ellos nos taren recuerdos de épocas pasadas en las cuales, nuestras vidas eran miserables.
Un viejo recuerdo vino a mi mente,
perturbador, inquietante, como proveniente
del mismo infierno queriéndome
encadenar a otras épocas.
Pude sentir las garras de su maldad
penetrar mis pensamientos,
aniquilar mi libertad de vivir
un día maravilloso y hacer
temblar cada rincón de mi ser.
Cimbró mi espíritu y me hicieron
preso viejas ansiedades,
vinieron a mis despojos de hombre
que tiré en un camino de
tiempos muy viejos.
Sentí asfixiarme en vómitos de lagrimas
derramadas por causa de mis miserias humanas,
gritaba para que me rescatara la misma
fuerza que antes me rescató.
Y entonces de un sobresalto me desperté,
miré por todas direcciones y vi que sí,
era yo, el mismo que se durmió y que
acaba de despertar.
¡Solo fue un mal sueño!
Lloré y me volví a repetir …
¡Solo fue un mal sueño!
Por algunos años he podido mantener este blog costeando los gastos que esto implica. Pero en los últimos tiempos se me ha complicado.
Ayúdame a continuar escribiendo con un donativo.
No se encontraron Comentarios