ESTUDIANTES: LAS MEJORES COSAS DE LA VIDA

ANECDÓTAS CON LA RONDALLA DEL ITD

Sin duda, una de las épocas más hermosas en la vida de los que tuvimos la fortuna de tener una formación profesional, es la de estudiantes. Es seguro que a muchos no les importa las vivencias ajenas. Sin embargo, siempre habrá alguien que se refleje en el espejo de las anécdotas de cuando otros fueron estudiantes.

En mi caso, muchas de estas anécdotas las viví en esos años en que formé parte de la rondalla de la universidad en la que realicé mis estudios de ingeniería. Te comparto algunas de ellas. Espero te traiga a la mente, tus propias experiencias de la época de estudiantes.

La anécdota del disco de vinilo

Eran otros ayeres. Cuando el romanticismo matizaba de dulce alegría nuestros jóvenes corazones. No teníamos preocupación alguna más que estudiar y ser felices. No había prisa por hacernos adultos, solo queríamos cantarle a la mujer, al amor y a la vida. Éramos estudiantes.

Los días del año 1988, corrían entre el arduo estudio que implicaba cursar una carrera de ingeniería, y los ensayos en la rondalla de nuestra alma mater, el Instituto Tecnológico de Durango (ITD). Nos preparábamos para grabar el que sería, el sexto disco LP de nuestra agrupación artística. Fueron seis meses de ensayos que realizábamos después de nuestras clases. Por la tarde y en no pocas ocasiones, durante parte de la noche. Incluso madrugadas.

Sin embargo, no llegaba la noticia de las fechas en que el disco se grabaría. En esos tiempos, solo los artistas grababan discos de vinilo. Esto implicaba dinero para pagar ingenieros de sonido y la maquila el producto final, el disco de vinilo. Las autoridades de nuestra universidad hacían los arreglos necesarios para que el proyecto se llevara a cabo.

El viaje a la Ciudad de México

Llegó el momento esperado por todos nosotros, el viaje hacia la ciudad de México. Viajamos toda la noche. Entre bromas, risas y ciertamente, mucho nervio. Comenzaba una aventura para la que trabajamos muchos meses.

El primer día en la gran ciudad, transcurrió entre compras y paseos por el centro del entonces distrito federal. Estábamos fascinados. Como estudiantes no viajábamos mucho. Al menos no la mayoría de nosotros. Así que, la rondalla además de muchas otras satisfacciones significaba viajar fuera de Durango. La cita para presentarnos al estudio de grabación tendría lugar dos días después. Contaríamos con siete horas para realizar el trabajo. Los estudios CBS eran uno de los mejores. En ellos grababan artistas tales como: Vicente Fernández, Yury, Luis Miguel, Miguel Bosé, Pedrito Fernández y muchos otros más. Cada hora de grabación implicaba un costo para nuestra escuela, por lo que, todo debería quedar listo en las siete horas asignadas.

Las horas previas

La noche previa a la grabación del disco, el Ing. Raúl Rueda dió indicaciones …

Apegado a los estándares de iniciación de novatos de la agrupación. Los detalles del ritual no los puedo escribir, es un secreto de la rondalla del ITD. Pero lo cierto es que, algunos huéspedes de quejaron con la administración del hotel por la algarabía de nuestro ritual. Los estudiantes del ITD que ingresan a la rondalla, necesariamente son sometidos a una novatada.

Muy temprano del día siguiente, a las 7 antes meridiano como especificó nuestro maestro, nos concentramos en el sitio indicado. A un costado y cerca de la recepción. Comenzamos el ensayo con muchos errores por parte del contrabajista Alejandro Treviño. Él era el bajista, el del tololoche pues. Una y otra vez se equivocó esa mañana. Los regaños no se hicieron esperar por parte del maestro Rueda. Cuando por fin las canciones fluían con casi nulos errores ocurre que …

- ¡Joder! ¿Pero que escándalo ocurre en este sitio? - palabras que dirigió el gerente del hotel. Estaba muy molesto. 

Era obvio que el señor era un español que vino a nuestro país a poner su hotel. De inmediato notamos el mal trato que algunos españoles suelen imponer a las personas de origen latino. Pero el profe Rueda no se dejó.

- ¿Que pasa de qué? ¡Pues que no ve, estamos ensayando! - le contestó el maestro Rueda.
- ¡Están locos! ¡Que coños os pasa a ustedes! ¡Ya me traen a todo mundo acá hasta la coronilla con su relajo de música! 
- Ayer hablé con el recepcionista y le expliqué que venimos de Durango. Mañana grabaremos un disco. Así que le pedí permiso de hacer hoy un ensayo en este lugar. El me lo autorizó. 
- ¡El coño de la bernarda! ¡A mí nadie me ha notificao nada! ¡Ahora mismo callan el ruido o los monto en un burro pa´ fuera!

Habían pasado poco más de 3 años del terremoto de 1985. Así que la ciudad de México se estaba reconstruyendo. La economía no iba bien para el comercio y el turismo. Por esto es que los hoteleros no podían darse el lujo de dejar ir huéspedes. Supongo que esto pasó por la mente del maestro Rueda. Se levantó del sillón donde estaba y encaró al gerente ...

- A ver mi estimado ¿Ya se dio cuenta de cuantos somos?
- ¿Y eso qué?
- ¡Somos veintiséis! Nos deja hacer nuestro ensayo o en este momento tomamos nuestras cosas y nos vamos a la ch... - palabras altisonantes. El profe realmente estaba enojado - Aquí enseguida hay otro hotel donde seguramente les dará gusto recibir nuestro dinero.
- Pero hombre, no es pa´ tanto. ¡Venga! realizad su ensayo, pero no hagáis tanto ruido.

Así terminó ese desaguisado momento. Como dicen "Con dinero baila el chango". Al terminar el ensayo, escuchamos sendos aplausos que provenían de los comensales del restaurante del hotel. Con risas nos retiramos a nuestras habitaciones para descansar y estar listos para el día siguiente. 

La sesión de grabación

El personal de la CBS nos ubicó por pares en cabinas separadas. Estás cabinas estaban cubiertas por un material aislante de ruido. Así que no podíamos escuchar a los de las cabinas adyacentes. Afinamos nuestros instrumentos y realizamos algunas pruebas de sonido.

- Bien maestro, está todo listo. Cuando usted nos indique iniciamos con la primera canción. - Se escuchó la voz del ingeniero de sonido a través de un altavoz. Una ventana nos permitía verlo en la cabina de los aparatos de mezcla y sintetización, pero aislado completamente del set de grabación donde estábamos ubicados nosotros.
- Listos muchachos. Vamos a comenzar. Bien afinaditos y concentrados todos ustedes. Ingeniero, le encargo me avise de aquel que se equivoque para el correspondiente regaño - palabras del maestro Rueda.
- No se preocupe maestro. Todos ustedes están en canales separados en la mezcladora. Sabremos con certeza quien se equivoca.  

Cantábamos la primera melodía cuando...

- ¡Alto! ¡Paren maestro, paren! A ver, se detecta algo raro. - se escuchó por el altavoz.
- ¿Que sucede? - preguntó Rueda.
- Escuche y usted indique si está bien.

Reprodujo el sonido de la canción que estábamos grabando...

- Pare ahí. Alguien se equivocó en ese fragmento. Puede indicarme quién fue - el profe Rueda hacía su primer coraje del día.

En la cabina, los ingenieros revisaron es sus equipos para identificar al culpable del error.

- Listo maestro Rueda, ya sabemos quién cometió el error ¡fue usted!

Todos desbocamos en sonora carcajada y le hicimos burla al profe.

Transcurrió el tiempo en canción tras canción. Guitarras, primeras, segundas y terceras voces ejecutamos nuestro trabajo. Después, requintos, solistas y declamadores. Así se efectuó la grabación de cada una de las canciones. Después de 13 horas continuas, terminamos de grabar. Al final, los ingenieros de la CBS nos presentaron el audio de todas las canciones, mezcladas y sintetizadas. El maestro Rueda y todos nosotros estábamos satisfechos del resultado. Nuestros rostros reflejaban el cansancio de la jornada. Pero ciertamente también irradiábamos felicidad porque al fin, habíamos terminado.

En ese año nuestra Institución celebraba 40 años de su fundación. El sexto disco de la rondalla cerraba las diferentes actividades de su aniversario. Pero no fué si no hasta 1989 en que el disco salió por fin a la luz.

Cuantos momentos de nostálgica felicidad me recuerda la portada de nuestro disco. Un sueño hecho realidad. Hermoso recuerdo de mi época de estudiante que guardo como precioso trofeo de esa época de mi vida. Ciertamente la época de estudiantes es una etapa maravillosa en la vida de quienes la vivimos. Pero la mía es especial. O al menos así me lo parece. Porque la mayoría de los estudiantes pasamos por las aulas de nuestras universidades sin más que recordar que nuestros estudios. Los estudiantes de la rondalla guardamos recuerdos adicionales, como este que he plasmado en esta anécdota.

Eternamente agradecido a la vida por esta experiencia que guardo en mi memoria y ahora, en este espacio que es para ti.

Lista de Reproducción 6to LP Rondalla del ITD

Descarga MP3 de las 10 canciones del 6to LP de la Rondalla del ITD

La anécdota con Olivia Collins

— ¡No puede ser! ¡que mujerón! — dijo uno de mis compañeros de la rondalla. 
— Pero ¿Quién será ? — pregunté, no la reconocí. 
—¡Ay! ¿Apoco no la conoces? — reviró el "Borras" (Gustavo Contreras)— Es Olivia Collins. 
—Así es— intervino el elevadorista — vino a cantar al palenque, estará hoy y mañana. 

—Oigan ustedes — dijo el más tomado de nosotros — vamos a darle serenata a Olivia. 
—No es posible, no sabemos cuál es su habitación. 
—Ahorita investigo. 

Salió a la recepción ¿Y que creen? Si le dijeron. Estaba justo a dos habitaciones de la nuestra.

Fuimos y cantamos algunas melodías: Sentimientos, Gema y otras. Cuando entonamos Mujer, alguien abrió la puerta de la habitación de Olivia, uno de sus guardaespaldas.

—Por dios, ahora si se nos armó pleito. 
—Dice la señora Collins que pasen — nos dijo el guardaespaldas.

Todos nos quedamos boquiabiertos.

—Cantan muy bonito muchachos, desde hace rato los estoy escuchando ¿De dónde vienen? — preguntó la Collins. 
— De Durango — contestamos presurosos. 
—Preciosos todos.

La anécdota del contrabajo roto

Y a propósito de cosas románticas, un recuerdo de cuando éste que escribe, andaba de «artista» con la Rondalla del Instituto Tecnológico de Durango, mi alma máter.

— Aviso para todos: el próximo sábado tenenos tocada en Vicente Guerrero — nos notificó nuestro maestro el Ing. Raúl Rueda.

Vicente Guerrero es una población al norte de la capital del estado. A unos 80km de distancia. «Tocada» le llamábamos a una presentación de la rondalla en evento x.

— ¡Caray! hay que ir preparados con pistolas y harto parque — bromeó uno de mis compañeros. 
— ¿Por qué? — pregunté. Era la primera vez que iba a cantar por esos lugares. 
— Son bravos los canijos. Creen que vamos a bajarles a las novias. 
— Ja ja ja ja ja — Rieron los más viejos.

Pues en la mencionada tocada, todo iba viento en popa. Ya saben, una canción tras otra. Las chicas bien emocionadas. Una que otra rechifla por parte de los varones. Cantamos las clásicas: Mujer, Gema, Venecia sin ti, La Gloria eres tú, etcétera.

Cuando entonamos «Sentimientos», no exagero, fue real, las chicas lloraban por la interpretación nuestra y lo hermoso de la melodía. Algunos hombres estallaron en furia y comenzaron a lanzarnos cosas. Un artefacto pegó en el contrabajo (tololoche) y lo rompió.

No obstante, terminamos la melodía y las chicas y el resto del público, nos brindaron acalorados aplausos. Los furibundos apresuraron los pasos de sus novias a la salida, so pena de terminar más enamoradas de nosotros….

Ja ja ja ja ja ja

Que vivencias aquellas.

Moraleja: Ciertamente, la música de rondalla no es para todos. La música de rondalla es para cantarle a la mujer y al amor. Es para corazones sensibles y enamorados que hablen siempre con la verdad. La música de rondalla, canto inigualable bajo la luz de la luna y a los pies de la dama que escucha, atenta, sonrojada y hartamente envidiada por el vecindario que también se desvela con ella.